Sesión de pareja con lluvia en Baiona, Galicia: Sandra y Juan

La última de las citas programadas en mi viaje a Galicia se convirtió en una Sesión de pareja con lluvia. Tras los «shootings» en Louro, la Ría de Vigo y la Playa de las Catedrales, Baiona era el último rincón gallego en el que retratar el cariño de una pareja de novios. Sandra y Juan son los protagonistas de esta serie de imágenes, que tienen como imponente escenario los alrededores del Castillo de Baiona, con las Islas Cies, el Océano Atlántico y la Playa de Concheira como invitados de excepción.

Pero no solo esos invitados tuvo la tarde del 27 de junio. Para cumplir con el mito de la Galicia verde, la lluvia, el viento y la humedad nos acompañaron durante las dos horas de sesión. Solo diré que al final de la tarde nos tocó correr.

Sesión de pareja con mal tiempo

Pasaban unos minutos de las siete cuando Sandra me enviaba un mensaje al teléfono en el que me hablaba de cancelar nuestra reunión. La previsión era muy mala, e incluso llovía en Vigo. Al final, tras ver la calma chicha que había en Baiona, decidimos seguir con el plan inicial. Eso sí, íbamos bien armados con un par de paraguas y unas bolsas protectoras para las cámaras. Era cuestión de ser valientes. Lo único que parecía seguro es que esta iba a ser mi primera preboda con lluvia. Me apetecía, y mucho, el desafío.

Los primeros pasos los dimos por el camino que rodea el Castillo de Baiona. Llovía, apenas había viandantes y el paraguas servía de elemento creativo en las imágenes. No era fácil trabajar en esas condiciones, pero lo tuve claro desde el primer minuto: sin duda, de aquella tarde iban a salir las fotos más diferentes este viaje a Galicia. La lluvia, las nubes, los colores… Todo era distinto y todo aportaba una atmósfera tan diferente como sugerente.

Cobijados en algunas escaleras, bajo unos árboles o simplemente resguardados por el paraguas, Sandra y Juan fueron desenvolviéndose ante la cámara con mucha soltura. Seguramente, el hecho de que apenas hubiera gente paseando a su alrededor hizo que les resultara más sencillo expresar sus sentimientos y su cariño.

Tuvimos pequeños momentos de tregua que aprovechamos para bajar a la playa y sacar partido del maravilloso fondo en el que se convierte el mar abierto. Pero fue solo una ilusión. La lluvia arreció y nos tocó detener la sesión durante un rato considerable. Sinceramente, temí por el ritmo del reportaje y lamenté tener que dejar de disparar cuando empezábamos a estar en el mejor punto de la tarde. Igual eso de hacer una Sesión de pareja con lluvia era más locura de lo que parecía…

Finalmente, tras charlar durante más de veinte minutos, pudimos retomar la sesión y concluirla de manera exitosa. Fue genial ver como el parón, lejos de detener la dinámica de las fotos, contribuyó a que Sandra y Juan se soltaran aún más frente a la cámara.

Una Sesión de pareja totalmente natural

No había puesta de sol espectacular, pero si quisimos apurar hasta los últimos momentos de luz natural… y nos tocó correr. La lluvia, más o menos fina, que nos había acompañado durante casi dos horas se tornó en un tremendo chaparrón que nos sorprendió en el punto más lejano de la zona de casas de Baiona. Tocó correr, salir disparados y dar por concluida la sesión. ¡Vaya momento!

Una vez a cubierto, mojado y con ganas de tomar algo caliente, me despedí de Sandra y Juan, agradeciéndoles muy especialmente su predisposición para llevar a cabo este complicado reportaje. Reitero este agradecimiento y les deseo lo mejor en el futuro.

La última tarde bajo la lluvia me sirvió para corroborar la teoría que dice que en todos los lugares y en todas las circunstancias se pueden capturar imágenes que reflejen aquello que estamos buscando. Sandra y Juan se olvidaron de lo negativo y encontraron la cara de la moneda. Esa es la clave para hallar el camino hacia nuestras metas. ¡Ahora sé que una Sesión de pareja con lluvia es mucho más sugerente de lo que podía imaginar!

José Manuel

Puedes ver el resumen de la sesión en el siguiente pase de diapositivas.